A 18 meses de empezar el encierro y vivir un periodo de reclusión casi total, hábitos y comportamientos han cambiado mucho. Tiempos de reflexión y de clarificación mental también han sucedido.
El encierro nos ha obligado también a valorar cosas que teniamos y que no valorabamos y cosas que valorabamos mucho y que en estas nuevas circunstancias, ya no lo son tanto. Una de ellas la cercania. El poder estar juntos compartir o en caso contrario disfrutar de la posibilidad de no estar con gente toxica so pretexto de la pandemia.
Lo que aprendi tambien es como hemos recalibrado nuestra forma -o no – de mostrar nuestras emociones. Pareceiera que todos deberiamos de ser mas calidos, mas cercanos y emocionalmente mas conscientes, ya hoy no tenemos posibilidad de elegir estar con alguna persona, juntarnos a comer, tomar unos drinks, lo que sea. Al menos poder elegir ver a alguien o no.
Paso mi cumpleaños. Aquí algunos aprendizajes, aun a pesar de la pandemia:
- La gente ya no te llama directamente al telefono para felicitarte. Uno pensaria que dadas las circunstancias, una llamada de felicitacion en vivo seria un muy buen detalle, dado el contexto. Recibi solo 4 llamadas. Una de mi mama y una de mi mejor amigo. Otras 2 que me fueron sopresa recibirlas. No las esperaba. +5
- La gente abusa de los servicios de mensajería: whatsapp, facebook, instagram, etc. Aprovechan a felicitar en grupos multitudinarios, aun cuando hay dos tipos de felicitaciones:
- Los que aprovechan el grupo multitudinario y se suman a una avalancha de felicitaciones divertidas, sencillas y algunas mas personales que otras. Pero se cubren de la fuerza del grupo para sumar. Reconozco que hay valor en ello. +1
- El que se toma la molestia de mandar un mensaje directo de felicitación fuera del chat grupal. Es mas personal e intencional. +3
- El que le recuerda el onomástico por el facebook y se suma al muro para felicitar. Hay mensajes mas personalizados y con un mensaje mas personal. +2 y otros que son mas por modo automático. +1
- Los despistados. Los que se acuerdan días después e incluso reclaman al resto del chat por no avisar.
A lo que voy es que estos momentos en la vida de las personas son especiales, mas aun en medio de una pandemia sin registro previo como esta. La gente se queja de lo dificil que es estar aislado y de lo importante de estar cerca.
Hoy muchos, no nos tomamos ya la molestia de llamara personalmente y escuchar la voz del festejado, y darle la oportunidad de escuchar la nuestra. Se ha vuelto tan molesto, solitario e indiferente hacer este tipo de llamadas, que creemos que todo se puede con un mensaje.
Un mensaje frio, impersonal y lejano. Y no por que las palabras no puedan expresar cercanía, calidez y cercanía, sino por que al menos tienes la posibilidad de llamar y que de tu propia voz, la gente te escuche decir, Feliz cumpleaños, espero la pases bien.
Parece que esto ya es Too Much. Así que nos quejamos de la distancia, pero nos mantenemos lejos.
Preferimos el texto, que la palabra hablada. Salvo que se que se caiga el servicio de whatsapp, messenger, fb o Ig. Ahi finalmente descubrimos lo jodidos que estamos.
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Volver a lo inùtil.
Me he aproximado al pensamiento de un hombre fundamental, un opositor al utilitarismo que agobia nuestro tiempo: el profesor, escritor, filósofo italiano Nuccio Ordine, gracias a mi amiga la escritora Claudia Marcucetti, quien lo puso en mi radar, siempre hambriento de señales. El 4 de mayo del año 2023, en una solemne ceremonia desde Oviedo,…
Siga y Carry-On. 